La Palma
Si bien La Palma no se distingue por tener kilométricas playas paradisíacas de arena blanca, cocoteros y morenazas en topless, sí que contamos con pequeñas y acogedoras playas de arena negra, escarpadas paredes de roca y guiris sexagenarias en topless. Para el turista inexperto podrá parecer que salimos perdiendo, pero lo cierto es que si hay algo de lo que pueden presumir las playas de La Palma, es que tienen tanto encanto que recordarás con nostalgia cada día que hayas pasado en ellas.
La Palma es :
Parque Nacional de la Caldera de Taburiente
Es uno de los 14 parques nacionales que hay en España. Tiene esa denominación desde 1954 (fue uno de los primeros, el cuarto en ser declarado) y ocupa un total de 4690 hectáreas. Y sí, es una Caldera geológica, para los no entendidos, un enorme cráter. Sin enrrollarme demasiado, resumiré que se trata de un antiguo volcán (llamado Taburiente), que fue creciendo y creciendo a base de erupciones. Contrario a lo que se pensaba antaño, los geólogos han llegado a la conclusión de que este volcán no se convirtió en caldera mediante una explosión, sino por culpa de un derrumbe. En algún momento, con el Volcán alcanzando una altura enorme (Probablemente unos 3000-4000 metros), se abrió una brecha en lo alto del cono y con ella se generó un gran deslizamiento de materiales. Más deslizamientos posteriores por efecto de la gravedad, seguidos de la erosión intermitente por agua, formaron la actual Caldera y el Barranco de las Angustias que la abre hacia el mar.
LOS TILES
Los Tiles, nombre oficial del lugar, o como decimos yo y todos los palmeros, “Los Tilos” (una confusión histórica con el plural del Til, principal espécimen de la flora autóctona), es el mayor y mejor conservado reducto de bosque de Laurisilva de todos los que quedan en el Archipiélago. ¿Lauri-qué? Laurisilva, del latín Laurus + Silva (Bosque de Laurel), es decir un bosque húmedo con predominio de lauráceas, o árboles de la familia del laurel.
Este tipo de bosque, que antaño cubría gran parte del norte de África y el sur de Europa, es a día de hoy una rareza única, sólo presente en pequeños rincones de Canarias, Madeira y Azores.
PLAYA DE LA VETA
Como toda buena playa conservada casi virgen. La arena es negra, como toda la de la isla, pero además muy suave, casi casi como pisar nubes de algodón. La época ideal para visitarla es primavera-verano, pues al estar abierta a las corrientes del Atlántico es una playa estacional, y la llegada del invierno se suele llevar la arena. Es una delicia de playa, con muchísimas horas de sol y un agua fresca.
PLAYA DEL CALLEJONCITO.
Se encuentra en el lugar más inesperado, en el municipio más apartado y menos poblado, Garafía. Y precisamente por eso merece la pena hacerle una visita. Y es que Garafía es ruda por naturaleza, y sus encuentros con el mar también. Como ejemplo tenemos el Porís de Santo Domingo, el principal “puerto” y conexión exterior del municipio (incluyendo los otros municipios) hasta que la carretera general, allá por los años 60, lo convirtió en un mero rincón para pescadores. Y eso que el Porís de Santo Domingo es minúsculo y salvaje, donde por no haber no hay ni muelle, sino solo rocas a las que acercarse. Así que, si el puerto se decidió que fuera semejante lugar, nos podemos hacer una idea de qué esperar de la costa garafiana. El Callejoncito, por su parte, no está muy lejos del Porís. Siguiendo la costa hacia el sureste es lo primero decente que nos encontramos.
PLAYA DE NOGALES.
Nogales se sitúa al noreste de la isla, en el municipio de Puntallana, municipio montañoso que se precipita súbitamente hacia el mar por medio de grandes acantilados y profundos barrancos. Y es al pie de este acantilado, arropado en una pequeña bahía abierta al norte, dónde la arena se ha hecho con un rinconcito idílico digno de un artículo en La Palma Mola. Arena negra con algunos tonos gris-azulado, salpicada de algún que otro canto rodado -tónica general en la isla-, imponentes paredes tras ella y un mar azul profundo que ansía recuperar lo que una vez fue suyo. Nogales es una playa para perderse, alejarse del mundo, esconderse de la realidad y perderse en las sensaciones que te ofrece.
GOLF
Te encuentras en uno de los espléndidos campos de golf de las Islas Canarias. Has oído que aquí el golf es la perfecta conjunción entre reto y placer. Estás a punto de confirmarlo por ti mismo. Te acompañan unos buenos palos y un mejor swing, un entorno espectacular y una temperatura suave. Te concentras… golpeas la bola y oyes cómo te dicen “¡Excelente tiro!”. Te alegras, has encontrado el lugar para vivir el mejor golf.
OBSERVATORIO
El Observatorio del Roque de Los Muchachos, a 2.420 m. de altura, es uno de los complejos de telescopios más completos del mundo. Gracias a sus cielos oscuros y despejados durante casi todo el año, La Palma se ha convertido en un enclave privilegiado para la observación astronómica.